jueves, 26 de abril de 2012

Y no viajé sobre mares
ni tormentas,
no viajé por lo azul
ni lo prohibido;
pero llegaron los años,
y aún estaba aquí.
En las manos desiertas
tenía silencio,
en las noches, quizás.
Los rumores se desvanecieron
y los gritos se ahogaron dentro.
Y lo que pudo ser,
no fue
Pero llegaron los cantos
de otros soles,
y los grillos, de esos momentos
salpicaron negros mas atardeceres,
hasta que llegaron los años,
y se vio que nada podía ser,
y en las manos tenía silencios,
y en las noches, muerte.
¡Aun estaba aquí!
Entonces, solo entonces,
lo comprendí:
Podía Ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario